William Tubman | ||
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18.º Presidente de la República de Liberia | ||
3 de enero de 1944-23 de julio de 1971 | ||
Vicepresidente |
Clarence L. Simpson (1944-1952) William R. Tolbert, Jr. (1952-1971) | |
Predecesor | Edwin Barclay | |
Sucesor | William R. Tolbert, Jr. | |
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Información personal | ||
Nombre en inglés | William Vacanarat Shadrach Tubman | |
Nacimiento |
29 de noviembre de 1895 Harper, Liberia | |
Fallecimiento |
23 de julio de 1971 Londres, Reino Unido | |
Nacionalidad | Liberiana | |
Religión | Metodismo | |
Familia | ||
Cónyuge | Antoinette Tubman | |
Familiares | William Tolbert (yerno) | |
Información profesional | ||
Ocupación | abogado[1] y político | |
Partido político | Partido Whig Auténtico | |
Distinciones |
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William Vacanarat Shadrach Tubman (Harper, Liberia, 29 de noviembre de 1895 - Londres, Reino Unido, 23 de julio de 1971) fue el 19º Presidente de Liberia, entre 1944 y 1971, año de su muerte.
Se le considera el “padre de la moderna Liberia”, ya que su presidencia se caracterizó por la afluencia de inversión extranjera en su país y la modernización de Liberia, siendo responsable de numerosas reformas sociales y políticas, como el reconocimiento del derecho de sufragio y de propiedad para las mujeres mayores de 21 años, permitir a las tribus aborígenes la participación en tareas de gobierno, y procurar el establecimiento de un sistema universal de enseñanza pública.[2] Tubman fue un firme aliado de los Estados Unidos y un jefe de Estado prominente dentro del concierto político africano[3] y recibió diversas condecoraciones y reconocimientos de países occidentales.[4]
Durante su mandato, Liberia, vivió un período de prosperidad, y de notable crecimiento económico. Además llevó a cabo una política de unificación nacional con el fin de reducir las desigualdades sociales y las diferencias políticas entre los hegemónicos américo-liberianos, a los que pertenecía, y los indígenas del país. Sin embargo, ha sido acusado por sus críticos, de un fuerte autoritarismo y de tolerar una amplia corrupción que acabaría por arrastrar tiempo después al país a la crisis y la guerra.[5]